lunes, 28 de marzo de 2022

BREVE COMENTARIO SOBRE INFORME DE LA OIT PANORAMA LABORAL EN AMERICA LATINA.-

 

BREVE COMENTARIO AL INFORME PANORAMA LABORAL 2021 AMERICA LATINA Y EL CARIBE DE LA ORGANIZACIÓN INTERNACIONAL DEL TRABAJO.-

El artículo ha sido publicado en elDial.com, en el Suplemento de Derecho del Trabajo del mes de marzo de 2022, fecha de publicación 28 de marzo de 2022.- Citar:elDial.com.- DC2F90.- 

Agradecemos a la Dra. María Inés Abarrategui por la mención en el Editorial de su autoría en el Suplemento de Derecho del Trabajo del mes de marzo de 2022, de elDial.com

Autor: Juan Pablo Capón Filas (1).

En el informe de la Organización Internacional del Trabajo titulado “Panorama Laboral 2021 América Latina y el Caribe” publicado el 1 de febrero de 2022 se destacan datos estadísticos regionales que demuestran que la crisis del empleo se ha acrecentado por la Pandemia COVID-19, colocando a las sociedades y a los estados nacionales en una situación de objetiva y grave vulnerabilidad.

En el Prólogo del informe se refiere que “dos años después del inicio de una pandemia que causó una profunda crisis en los mercados laborales de América Latina y el Caribe, la recuperación económica ha sido insuficiente para que el empleo regrese a niveles de 2019.En el mundo del trabajo de la región predomina una sensación de incertidumbre a causa de la persistencia de la emergencia sanitaria, del lento crecimiento económico previsto para este año, y de problemas estructurales que contribuyeron a amplificar el impacto de la crisis, como la desigualdad, la informalidad y la baja productividad sistémica”.

Es decir, la OIT señala que estamos en general en una situación de crisis más grave que al inicio de la Pandemia, es decir con niveles  inferiores de empleo, menores salarios, mayor informalidad, desigualdad y desprotección.

Relevante asimismo resultan los párrafos siguientes:

“La crisis por la pandemia ha marcado un antes y un después para esta región, una de las más golpeadas del mundo en términos económicos y sociales, así como también por el número de contagios y fallecimientos. Es indudable que para superar esta crisis será necesario crear más y mejores empleos para mujeres y hombres en América Latina y el Caribe, un hecho que puede repercutir en forma frontal sobre un mejoramiento de los indicadores sociales, incluyendo los de pobreza y desigualdad. El mensaje de la OIT es que se requiere adoptar una agenda más amplia de políticas integrales y de gran alcance centrada en las personas y, en particular, en la creación de empleo formal. Sin un conjunto de medidas coherentes y de amplio alcance los impactos de la crisis se prolongarán y dejarán profundas cicatrices sociales y laborales por largo plazo en América Latina y el Caribe. El desaliento y la frustración que generan las dificultades para acceder a un trabajo decente suelen reflejarse en el malestar social, y esto tiene consecuencias sobre la estabilidad, sobre la prosperidad e incluso sobre la gobernabilidad a todos los niveles.” (Prólogo del informe suscripto por el Sr.  Vinicius Pinheiro, en su carácter de Director Regional de OIT para América Latina y el Caribe).  

Ante en el estado actual de la región, resulta imprescindible colocar a la Educación como política central de los Estados.

Al respecto señala Thomas Piketty (3) en su obra “El capital en el siglo XXI”, que ¨las lecciones de las experiencias francesas y estadounidenses son convergentes y apuntan en la misma dirección. A largo plazo la mejor manera de reducir la desigualdad respecto al trabajo y también de incrementar la productividad promedio de la mano de obra y el crecimiento global de la economía es sin ninguna duda invertir en la formación educativa. Si el poder adquisitivo de los salarios se quintuplicó en un siglo fue porque el crecimiento de las calificaciones y los cambios tecnológicos permitieron acrecentar cinco veces la producción por asalariado. A largo plazo, es evidente que las fuerzas de la educación y la tecnología son determinantes para la formación de los salarios”.

Invertir en Educación en América Latina significa esencialmente un compromiso social y gubernamental  de largo plazo para garantizar la erradicación del trabajo infantil y la presencia de los alumnos en las escuelas hasta el final  del ciclo educativo del secundario, una educación universitaria accesible y de calidad con régimen de becas, incrementar las remuneraciones y la mejora continua de las condiciones de trabajo docente, infraestructura educativa y en general un entorno seguro para los alumnos y las familias, ecológicamente sustentable y con perspectivas de progreso personal, familiar y social.

Complejo el escenario de América Latina, en un Siglo XXI de enormes cambios tecnológicos y culturales, que impactan en el mundo del trabajo, originando nuevas desigualdades y desequilibrios, como se advierte en la problemática del trabajo en plataformas digitales.

El Trabajo y la Educación deben ser los pilares de las políticas gubernamentales, para acrecentar la solidaridad social y el Bien Común.

Educación para la plenitud del ser humano y Trabajo Digno para la realización personal y familiar.

Rodolfo Capón Filas al estudiar el término “trabajo decente” (4)  dijo:

“El Director General de la OIT en su Memoria ante la Conferencia Internacional del Trabajo 1998 introduce en el lenguaje de las ciencias sociales el término trabajo decente, logrado en condiciones de libertad, equidad, seguridad y dignidad humana. Se trata de un trabajo libre, productivo y seguro, en el que se respeten los derechos laborales, se logren ingresos adecuados, dentro de un marco de protección social, diálogo social, libertad sindical, negociación colectiva y participación. El mejor acercamiento al concepto es dado por la conciencia popular sobre su contenido: las personas, con o sin empleo, buscan un puesto de trabajo con perspectivas futuras, que les permita equilibrar condiciones de trabajo con condiciones de vida, brindarles la posibilidad de educar a sus hijos o retirarlos del trabajo infantil. El concepto encierra varios elementos, entre ellos la igualdad de género, la igualdad de reconocimiento y de la capacitación de las mujeres para que puedan tomar decisiones y asumir el control de su vida, las competencias personales para situarse en el mercado, la actualización tecnológica, la preservación de la salud, la necesaria y justa participación económica en las riquezas que se ha ayudado a crear. ” [1]

Superar cuanto antes las inequidades e injusticias adicionales originadas específicamente  por la Pandemia y mejorar los niveles de Justicia, Solidaridad y Cooperación, son  desafíos enormes de los años por venir. 

 

NOTAS:

1.- JUAN PABLO CAPON FILAS, Abogado,  Universidad del Salvador (1994). Diploma de Honor y Premio Vélez Sarsfield. Autor de numerosas obras jurídicas, entre estas “Reforma Laborales” y “Régimen de la Pequeña y Mediana Empresa”, Librería Editora Platense (En coautoría con el doctor Rodolfo Capón Filas). Miembro del Equipo Federal del Trabajo y Socio Honorario del Foro de Derecho del Trabajo.-

2.- (https://www.ilo.org/wcmsp5/groups/public/---americas/---ro-lima/documents/publication/wcms_836196.pdf). Podrá consultarse el documento en el sitio de Internet de la OIT y en el Blog del Equipo Federal del Trabajo en https://equipofederaldeltrabajo.blogspot.com/).

 3.- Thomas Piketty, “El capital en el siglo XXI”, Fondo de Cultura Económica, Buenos Aires, marzo 2015, pagina 336).

4.-  Rodolfo Capón Filas, “Ley de Ordenamiento Laboral y Trabajo Decente”, Librería Editora Platense, La Plata, 2004, pag. 37.